La evaluación se hizo tomando en cuenta los principales estudios sobre poblaciones de osos polares de los últimos 10 años.
La supervivencia a largo plazo del oso polar está amenazada por la contaminación -generada por los seres humanos- que se está aproximando al Ártico.
Ésta es la conclusión de unaevaluación que tomó en cuenta los principales estudios de los últimos diez años sobre el efecto de las sustancias químicas industriales en los osos polares. Según el estudio, estas sustancias tienen una serie de efectos subclínicos.
Cuando estos se combinan, pueden tener un impacto dramático y potencialmente fatal en los huesos, los órganos y en el sistema inmunológico y reproductivo de estos animales.
Imagen erróneaUna cantidad de contaminantes producidos por la actividad humana llegan a la región polar ártica por medio del agua y del aire. Entre ellos figuran el mercurio, contaminantes organohalógenos y organoclorinas que se utilizan industrialmente en los fluidos aislantes, en sistemas electrónicos y en pesticidas.
Estas sustancias son, por lo general, solubles en grasas, y por esta razón se acumulan en los lípidos de muchos animales que son alimento de los principales depredadores como, por ejemplo, el oso polar.
Así, estos grandes mamíferos están expuestos a una mayor concentración de toxinas.
El impacto en los osos polares es difícil de medir. Esto se debe a la dificultad de tomar varias muestras de sangre o de tejido de ejemplares vivos. Por otra parte, se tiende a tomar muestras de animales sanos, lo cual crea la impresión de que la población total es más saludable de lo que en realidad es.
El doctor Christian Sonne del Departamento de Medio Ambiente Ártico de la Universidad Aarhus, en Dinamarca, hizo una revisión de todos los estudios pertinentes sobre el tema.
Este nuevo análisis incluye resultados de más de 200 muestras de tejidos de órganos y cráneo tomados de 80 osos en Groenlandia Oriental, así como diversas mediciones y observaciones de osos que viven en el archipiélago de Savlbard, en Noruega.
Cambio climáticoAdemás, el investigador concluye que el cambio climático exacerbará el impacto de los contaminantes. A medida que disminuye la masa de hielo debido al aumento de las temperaturas, los osos polares ayunan por períodos más prolongados. Esto hace que consuman menos focas e ingieran menos contaminantes.
Sin embargo, compensan la falta de alimentos quemando grasas. Así, se liberan en la sangre mayores concentraciones de toxinas acumuladas en sus reservas de grasas, asegura el experto. Y esto, debilita aún más a los osos que quedan expuestos a nuevos y más violentos agentes patógenos, capaces de sobrevivir en un Ártico más cálido.